Texto, foto, vídeo, por Mauricio Lobato.
Una de las cosas que más disfrute de viajar a Europa por primera vez, fue poder ir a diferentes conciertos, uno de estos llego en mi segundo día en el llamado viejo continente, para ser preciso, fue en París dónde el Neo-Zelandes Jonathan Bree se presento en un pequeño foro llamado Le Café de la Danse con Charles Howl como acto telonero , por supuesto estando de vacaciones y con tiempo libre por la noche no me perdí el show de este enigmático músico que llevaba poco tiempo de conocer y que sabía que unos meses más tarde se presentaría en la CDMX:
Minutos después de las ocho de la noche llegue al lugar que esta en un callejón que bien podría ser la locación de una película de suspenso, sin embargo esa noche jugaba el PSG contra el Real Madrid y las calles y bares aledaños estaban a reventar, el ambiente lucía muy agradable, al entrar al recinto la barra era lo primero que se veía, luego los baños y al terminar el pasillo entrabas al foro que contaba con butacas llenas para este momento y un pequeño espacio debajo del escenario, luego de que Charle Howl y su banda dieran un buen show fui por una cerveza y observe como de una manera extremadamente ordenada los técnicos retiraron casi todo el backline y dejaron solo batería y un ampli, pensé que Bree tocaría junto a más músicos pero en realidad solo se acompaña de guitarra y batería además de dos bailarinas que son parte importante de su show.
De inicio a fin del acto del de Nueva Zelanda, el público guardo silencio y solo respondía con un modesto aplauso entre cada tema interpretado, nadie parecía incomodo con esta situación, solo yo, pero me acostumbre y guarde silencio hasta el final del show en el que pude gritar «see you in México», fue justo en ese momento que los presentes parecían despertar de un sueño y pedían más de forma intensa, lamentablemente Bree y su banda no regresaron al escenario y en cuestión de minutos todos desalojaron el recinto.
Un mes después de aquella experiencia en Café de la Danse, tenia muchas ganas y poco capital para asistir a ver que diferencias tenia un show de este cantante enmascarado en París con la ciudad de México, pero el día del show una buena amiga me envió un mensaje alentador que decía: Tengo una pase para Jonathan Bree lo quieres?
Si hablamos de diferencias existieron más de diez, la cantidad de público, el día, las pelotas volando de lado a lado, las butacas, la barra de bebidas, las sustancias ilegales, etc. Sin embargo el ambiente cuando inicio el show fue lo más destacado, chiflidos, coros y gritos, muchos gritos, misma alineación, un set list similar o igual, pero un publico desbordado, no solo durante el acto musical, incluso al final de este en la compra y firma de merch en la que sin dudarlo más de 150 personas esperaron de manera ordenada para tomarse la foto con Bree y una de las enmascaradas, posiblemente pensaba y pensaran con esta breve nota que en París son aburridos o que nosotros somos muy ruidosos, lo cierto es que son dos diferentes maneras de disfrutar un espectáculo tan agradable como el de un Jonathan Bree que ha tenido la fortuna de girar por un sin fin de ciudades y sería bueno saber su opinión de la energía que le transmitieron estos lugares en los que pudimos admirar su trabajo.
harddayco.com 
Deja una respuesta